anamnese
Desviación 1970-2011
fotografia






 

 

 

 

 


texto

Desviación 1970-2011, plantea un trabajo de investigación de campo que se plasma en una pieza audiovisual. El trabajo se concibe como el retrato de la actividad desconocida de “recorrer-registrar” de un arquitecto, combinado con una reflexión sobre los cambios en el territorio, en concreto analizando una isla.

Este proyecto empezó a vislumbrarse, tras un viaje realizado en el 2007 con la hija del arquitecto a una isla, Zakynthos. En aquella ocasión nuestra experiencia en el lugar, se caracterizaba por una continua sensación de lo radical que había cambiado el lugar. Como su madre era de este lugar, nuestra comparación se basaba en lo que le había contado a mí amiga, de cómo era en el pasado. En aquel viaje recorríamos la isla tratando de encontrar lugares donde la naturaleza se mantuviera más o menos intacta, pero nuestra impresión era que la industria turística había llegado a casi cualquier rincón.

En un momento dado, mi amiga Katerina Papazissis, al conocer los intereses de mi trabajo de investigación doctoral sobre las prácticas de recorrido contemporáneas como experiencia estética, me habló del trabajo que su padre venía realizando desde hacía casi cincuenta años.  Como consecuencia, por una parte, se generó en mí el interés en profundizar en su obra, para analizar la noción de viaje y recorrido que él planteaba. Y por otra parte, para mi amiga era la oportunidad de comprender y dar un sentido a esa actividad que su padre llevaba realizando durante tanto tiempo y de la que solo había sido espectadora pasiva.

En su estudio de Atenas, había miles de lugares descritos de toda Grecia documentados en texto e imágenes. Un verdadero documento histórico, que permanecía discretamente ordenado en cientos de archivadores. Nosotras decidimos hacer algo con ello, no sabiendo exactamente qué, pero centrándonos en la parte del archivo que hablaba de Zakynthos, la isla de origen de la esposa del arquitecto y de dónde acabábamos de volver. Localizamos en aquel archivo de miles de diapositivas y palabras, los textos que correspondían a la isla. Impresionada por el material que me encontré en aquel estudio, este viaje a Grecia se convirtió en el detonante para querer realizar el trabajo sobre los textos de su padre y la isla.

 

Un work in progress con sabor de road movie.

En el viaje de Septiembre del 2010, seguimos la información que proporcionaban las descripciones escritas y las imágenes de los recorridos de Triantafillos Papazissis, en Zakynthos. La trama del proyecto sucedió entre esta isla, Atenas y Sunio, la residencia del arquitecto en el momento del rodaje. Mostramos imágenes de lugares, tal como eran en la década de los setenta, e imágenes contemporáneas tomadas en el mismo lugar. De alguna forma, nuestra acción es un retorno comparativo al escenario de su viaje, ya que empareja estos espacios en el tiempo. Sacamos la foto más o menos, desde donde él la sacó treinta y cinco años atrás. Es saber que él estuvo ahí mismo, es seguir sus pasos y casi poder tele-transportarnos a aquella época.

Las primeras fases del trabajo, una vez ya en Grecia, fueron jornadas de largas conversaciones entre Katerina, Pedro y yo, analizando los puntos de interés de nuestro trabajo e ideando como abordarlos. De las primeras necesidades que detectamos, fue la de visitar el estudio de Triantafillos Papazissis. El lugar donde se encontraba el archivo escrito y las imágenes con los innumerables recorridos realizados. Primero fuimos sin él, para dar una ojeada al archivador que recogía los recorridos que había realizado en Zakynthos, con la intención de encontrar aquel que habíamos seleccionado cuatro años atrás. Nuestra sorpresa en ese momento fue que el texto había cambiado, no coincidían ni las páginas, ni el encabezamiento del recorrido, ni el contenido de él mismo. ¿Cómo podía ser? no lo entendíamos, no tenía sentido a no ser que especulando, acabamos determinando que los textos se modificaban a medida que él volvía a hacer esos recorridos en diferentes periodos cronológicos. ¿Pero cómo lo hacía?, ¿de qué forma se adaptaba lo ya escrito a lo nuevo? De esta manera empezó nuestro proceso de comprender su metodología de redacción: la cuestión de la actualización de los textos. Esta era la razón por la que veíamos papeles pegados, unos escritos a máquina, otros a mano, palabras modificadas con típex, etc. Así que el texto que nosotras teníamos y que habíamos trabajado, se veía modificado por nuevas aportaciones: carreteras nuevas, nuevos pueblos retratados, etc.

Tras nuestra visita de acercamiento al estudio, quedamos con él para que nos lo mostrase, para localizar el material correspondiente a la isla, y para ir poco a poco preguntándole sobre su trabajo. Entre una cosa y otra Katerina y yo discutíamos posibles formas de abordar la conversación con él. Hablábamos de si era pertinente o no de aclarar, algo que al principio nos parecía fundamental: el porqué, los motivos de sus recorridos. La respuesta se nos fue apareciendo cada vez cómo más obvia y preguntárselo cada vez más innecesario. Decidimos que nuestras preguntas se dirigieran más a aspectos puramente metodológicos. Es decir cómo elegía los recorridos, qué describían sus textos, porque veíamos papeles pegados en ellos, qué significaban los diferentes colores que emplea, cómo organizaba las imágenes, etc. Hablar puramente del método, para dejar que las cuestiones más personales fueran aflorando por ellas mismas.

Una vez fotocopiado, traducido, escaneado e imprimido todo el material que necesitábamos de su estudio de Atenas, y antes de partir hacia la isla, hablamos con la mujer de Triantafillos. Jugábamos con dos informaciones, por una parte al ser originaria de la isla que habíamos seleccionado, nos permitía recabar información sobre sus recuerdos de la isla hasta que emigró en 1953 con el seísmo y de cuando regreso a partir de 1976 con el boom turístico. Y además conocer su opinión sobre la actividad que su marido había realizado desde que se conocieron.

En pleno desarrollo del proyecto ya en la isla, aparte de determinar y realizar los recorridos que íbamos a seguir y las fotos que íbamos a rehacer del archivo de Triantafillos, incorporamos también la idea de mostrar la vida en la isla a través de los propios habitantes. Mostrar las actividades cotidianas con las que nos íbamos encontrando en los recorridos, para hacer un retrato de de qué vivía la isla sino era el Turismo. Que nos mostrasen lo que ya no estaba, que nos contasen como era antes la isla. Aquellos aspectos que nosotras, ya no apreciábamos porque no lo conocimos antes, pero que para los que vivieron en ese lugar seguían teniendo presencia. Relatos que se habían ido dispersando a lo largo del tiempo y que se pudieran convertir en una experiencia de conocimiento que permitiera rescatar esa memoria colectiva. Sin preguntarlo la gente que nos íbamos encontrando por el camino, comparaba cómo era la vida antes y después de la extensión del turismo, como actividad principal de la isla.

Rehacíamos los recorridos de Triantafillos, pero aportabamos una nueva visión: registrar lo que él registró, pero añadiendo intereses propios. A veces necesitábamos resaltar la textura de algo y lo dibujábamos con grafito. Otras veces fotografiábamos o filmábamos aspectos que a nosotras nos interesaban más, como infraestructuras abandonadas del turismo (hoteles, discotecas, chiringuitos, etc.). También registrábamos los mismos aspectos, pero de otras maneras, por ejemplo acudimos a ver un olivo centenario que él describe y nuestro registro se convierte en una danza nocturna alrededor de él.

Presente en toda la pieza audiovisual y como concepto fundamental, está la noción de proceso. Varios procesos paralelos son protagonistas de toda la obra. Para empezar retratamos el proceso por el cual  “el arquitecto “- personaje principal de nuestro guión-, concibió el archivo de sus recorridos por Grecia, mientras que a la vez documentamos el propio proceso de cambio en el  territorio comparado. Pero también grabamos nuestro propio proceso: el de tres personas que se encuentran frente a la creación de una obra. Mostramos en qué consiste eso de ir rehaciendo sus recorridos treinta años después, mostramos el proceso de tomar una fotografía, no la fotografía ya tomada. Ensayo-error también, no solo resultados definitivos, sino aproximaciones lógicas según los parámetros que íbamos descifrando: mostramos los intentos fallidos de seguir los textos del arquitecto, no los recorridos conseguidos. Documentamos nuestras conversaciones, como forma de describir nuestro interés de partida y como proceso de concebir lo que era interesante o no para el proyecto. Sacar conclusiones, pensar posibilidades, formular hipótesis, hacer conexiones... Nos interesa tanto nuestro proceso de construcción de un discurso coherente para la pieza audiovisual, como nuestro proceso de comprensión de la obra de la persona retratada. Proceso de procesos. No el resultado como lo único valido del acto creativo, sino el proceso o la toma de decisiones anterior a ese resultado, como parte activa e igualmente creativa de una obra.

EVALUACIÓN

El proyecto se presenta en un documento audiovisual, que aglutina varios aspectos: registra el proceso de trabajo del proyecto, desde el visionado del archivo escrito y visual del arquitecto, a las conversaciones con él y su familia hasta los recorridos por la isla, que muestran conversaciones con sus habitantes, con agentes turísticos y con el propio lugar.

La pieza audiovisual muestra lugares emparejados. Mediante estas imágenes nos interesa mostrar, el cambio o la mudanza a la que se han sometido. La mayoría de los lugares son reconocibles, pero tenemos que añadirles los cambios de evolución en el territorio relacionados con el aumento de la densidad de población, la ampliación de infraestructuras y los relacionados con el turismo. El haber acudido a estos lugares descritos, que permanecían inmóviles, estáticos en la memoria de quién los había conocido en el pasado, ha posibilitado conocer los movimientos que ahora los recorren. De esta forma, los recorridos documentados, realizados por este arquitecto, han funcionado como la memoria que nos habla de cómo eran antes los espacios y la propia presencia en el territorio, lo que ha permitido averiguar cómo son ahora.

Este proceso ha generado la ingesta cantidad de treinta cintas mini Dv, es decir hemos tenido que trabajar en un montaje a partir de treinta horas de edición, a parte de las fotografías, para lograr el montaje que presento. Es un pre-montaje de 30 minutos con una calidad aceptable, donde se presenta el proyecto todavía sin pulir aspectos que necesitan más dedicación. En él no se incluyen todavía los subtítulos a castellano y euskera como parte de un menú de un DVD y que necesita de otro mes de trabajo. Esto es algo que cuando el montaje definitivo este concluido se subsanará incluyéndolos.